Seguramente conoces a alguna persona que transmita estar bien la mayoría del tiempo. Dudo que haya nacido feliz sino que es más que probable que practique alguna pauta de manera consistente. Las personas contentas hacen elecciones específicas en relación a sus pensamientos y su conducta. Eligen de manera consciente pensar y comportarse de forma amorosa. No estoy hablando de “buenismo” ni de personas sonrientes sino de elecciones conscientes.
Comparto cinco elecciones que si practicas de manera rigurosa traerán muchos cambios positivos a tu vida:
1. Ser optimistas
Los optimistas eligen una visión positiva, son conscientes de que su manera de pensar y traducir las situaciones es una elección. El viejo ejemplo del vaso medio lleno o medio vacío es muy real. Las gafas de ver la realidad pueden ser de colores brillantes o en blanco y negro. En vez de permitir a su ego herido estar al cargo con todo su pesimismo y sus juicios, las personas optimistas deciden desde su adulto amoroso y se abren a las maravillosas posibilidades que la vida tiene para ofrecerles. Porque conocen que sus pensamientos son el principio de un proceso creativo que les lleva a manifestarse.
2. Practicar la amabilidad
Las personas dichosas eligen ser amables y compasivas tanto con los demás como consigo mismas. Es un valioso regalo cuando aprendemos que la forma en que nos tratamos y cómo tratamos a los demás determina, en gran medida, cómo nos sentimos. La amabilidad está relacionada con el autocuido y trae bendiciones infinitas. Es una forma de ser con el todo.
3. Procesar el perdón
Cuando nos damos cuenta que la conducta del otro no tiene nada que ver con los propio, se abre un espacio muy rico donde no cabe el resentimiento sino la compasión. No tomar como algo personal la conducta mezquina o dañina de los demás nos conecta con el potente efecto de la compasión y el perdón. Las personas felices no guardan rencor a los demás, incluso a aquellos que han sido mezquinos o les han herido. Cuando desaparace el juicio y dejamos de darle poder a los demás sobre cómo nos sentimos, se abre una nueva mirada, más desapegada y humanizada.
4. Conectar con la aceptación
Las personas serenas son conscientes de qué es lo que pueden y lo que no pueden controlar. Darse cuenta de que existen circunstancias o personas que no cambian implica la decisión de soltar el control. Enfocarse en lo único sobre lo que tenemos autoridad personal: los propios pensamientos y las propias acciones. Aceptar lo que se puede y no se puede controlar evita mucha frustración y conduce a la paz interior.
5. Practicar la gratitud como una religión
Una de las cualidades más significativas de las personas felices es la gratitud. Practicar la apreciación por las pequeñas cosas, por la propia vida y por todo aquello que aporta valor a la propia existencia. No es una cuestión de dinero ni de bienes materiales sino de poner en valor la belleza existente, la comida diaria, el agua para ducharte, un gesto amable, las capacidades sensoriales del cuerpo. Seguro que encuentras poderosas razones por las que agradecer en tu día a día. Comienza con tu propia lista de gratitud, tómatelo en serio y practica, como una religión.
Sentirse bien en la propia piel y con la vida es una actitud, un trabajo mental consciente y de apertura del corazón
¡Feliz 2025!