¿Sabías que la forma en que despiertas y comienzas el día puede ser determinante para mantener fresca tu creatividad? En un estudio reciente publicado en el diario Thinking and Reasoning, las investigadoras Mareike Wieth y Rose Zacks encontraron que es más probable que las buenas ideas nos lleguen recién despiertos o en momentos donde estamos con la guardia baja. 

Tal vez, si revisas la dinámica de tus mañanas, antes de ir a trabajar, te des cuenta que tu cuerpo va por un lado y tu cabeza por otro, haciendo scroll en tu pantalla del móvil con la mente dispersa mientras sorbes un café y con prisas.

¿Te has planteado revisar alguna vez si vives en piloto automático?

En mi caso me ayuda mucho mantenerme sincronizada cuando comienzo el día con estas sencillas pautas. Todas las mañanas antes de trabajar con clientes, salgo a caminar, aprovecho este breve momento para conectar con el cuerpo y la respiración. En contacto con mis pies contengo la rumiación del pensamiento y durante este valioso tiempo de conexión reseteo la intención para la jornada.

Si localizo algún malestar mental o emocional, tomo nota para el posterior diálogo con mi niña y mi parte adulta.

Me ayuda también mucho a mi bienestar el trabajo corporal y emocional; posponer y pausar el uso del móvil y dispositivos, así como ser muy consciente con mi tiempo y foco mental tratando de no malgastar mi energía y así cultivar mi serenidad, ligereza y energía diaria.

En mi experiencia si mantienes una rutina consistente de comenzar y finalizar el día con pautas sagradas, las jornadas serán más creativas porque la mente estará más receptiva.

¿Crees que sería amoroso para tí revisar estos espacios para mejorar tu potencial creativo?

La creatividad alimenta el alma y está en nuestra esencia; y cuando no está despierta seguramente te sentirás apagado, insensible y desmotivado.

Verás que no hay nada más saludable que vivir conectados.

¡Despierta!