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Sin tí no puedo

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¿Sabes por qué fracasan la mayoría de las relaciones de pareja?

El síntoma del malestar y las crisis de muchas relaciones es la codependencia.

Algunos síntomas o pautas comunes de esta conducta suceden:

-cuando otorgamos el poder al otr@ para sentirnos segur@s.

-cuando sentimos desconexión, insatisfacción y soledad en la relación.

-cuando usamos formas manipuladoras de conseguir la aprobacion del otr@ a través por ej. del aspecto físico, el trabajo, el dinero o el sexo.

-cuando necesitamos a la otra persona para sentirnos querid@s o valios@s.

-cuando nos sentimos responsables de la felicidad del otr@ y forzamos situaciones que crean tensión y falta de coherencia internas.

-cuando sentimos que la relación está estancada por un cúmulo de episodios desagradables y emociones comunes de irritación, frustración y tensión.

-cuando creemos que por amor, somos responsables de las emociones y el bienestar o malestar de la pareja.

Dicha codependencia se crea cuando alguno o ambos miembros de la pareja eluden la propia responsabilidad individual de gestionar sus necesidades y emociones. En su lugar le otorgan el poder a su compañer@ creándose la fertilidad para la ira, el resentimiento, el desgaste, el dolor y las trifulcas.


Should I stay or should I go

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Decimos que es sano cometer errores pero ¿a quién no le gustaría conocer cuál es la mejor decisión en un momento dado? Tomar decisiones se convierte muchas veces en un baile de emociones retador porque nos conecta con la incertidumbre y la ausencia de control sobre los resultados.

No nos gusta el vacío que nos produce el no tener la certeza.

Ni la ansiedad cuando imaginamos un resultado negativo.

O el estrés cuando se nos presentan varias alternativas y no sabemos por cuál tirar.

En mi caso, aquéllas decisiones que tome con falta de sueño, desconectada de mi centro o estresada, no fueron las más acertadas; sin embargo, otras más certeras coincidieron con estados de apertura más conscientes en los que vi con claridad las respuestas que estaban en sintonía con mi mejor versión.

Mi experiencia en el campo transpersonal y con otras personas es que cuando ahondamos en la propia conexión, junto a nuestro guía espiritual, estamos trabajando la intuición y trayendo nuestra sabiduría y conocimiento maestros.

Cuando sintonizamos la inteligencia de nuestro core con la fuente maestra universal estamos abriendo la puerta a nuestro potencial ilimitado, y desde esta fuente conectiva, tomar decisiones se convierte en un proceso claro y certero.
¿Te atreves a entrenar y despertar tu super poder?

Aullido

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En el año 2010, resoné de manera potente con un grupo de terapeutas que acompañaba personas en sus procesos a través de la figura del niño interior. Era la primera vez que conectaba a un nivel profundo con el cuerpo y las emociones. Comprendí que nuestro cuerpo es la herramienta más real para navegar los mapas de las luces y las sombras de nuestra psique. Y también que las emociones son un instrumento más de su sabiduría para señalarnos lo que está ocurriendo con nuestro niño interior, aquí y ahora.

Honrar la sabiduría maestra del cuerpo, vivenciarlo con atención y observación plena constituye el eje de mi práctica como terapeuta transpersonal.

Una de las herramientas que contribuye a este propósito, además del Mindfulness, es Inner Bonding®, un poderoso proceso psico-espiritual que auna a través de un método de seis pasos, un trabajo sostenido con el cuerpo y las emociones a través de la conexión espiritual.

Nuestra experiencia en la vida nos ha regalado muchos episodios de dificultad y dolor, pero hoy día todos podemos elegir la posibilidad, con nuestros propios recursos, de sanar de raíz, nuestros temores, adicciones o patrones tóxicos. Conozco personas creativas e inspiradoras que sin embargo carecen de relaciones afectivas sanas o de patrones de relación saludables con su cuerpo. A lo largo de los retiros de mindfulness he observado que muchos meditadores se relacionan con la práctica desde un lugar herido, con la intención de evitar sentir. Y observo con compasión que albergamos, tantas veces, falsas creencias en torno al dolor. Muchas de nuestras emociones esenciales, duelen. Cuando observo que una persona a la que amo, tiene el corazón cerrado, siento la impotencia de no poder conectarme con ella. O cuando siento una pena profunda por dejar atrás una relación o la vida de un ser querido.

Albergamos muchas resistencias a gestionar cualquier emoción dolorosa porque así lo aprendimos, la mayoría, cuando éramos niños. Hoy en nuestro cuerpo de hombre o de mujer adultos, aún habita un niño esencial, con necesidades básicas de sentirse amado, a salvo y valioso. Muchas veces, hemos olvidado esta voz interior que necesitamos también para gozar, vivir plenos, amar y tomar decisiones relevantes.

A través del método Inner Bonding®, rescatamos esta figura interna del niño para vivir mas acorde con nuestro propósito y sentido vital, también para comprender que necesitamos una guía maestra de intuición y verdad que nos ayude a tomar las decisiones más auténticas y amorosas que es nuestro guía espiritual.

Como seres espirituales, necesitamos desarrollarnos amorosos, despertando nuestra genuina voz para vivir plenos desde nuestra mejor versión.

Somos esencialmente seres de luz, con un talento y unas capacidades innatas, únicas. Todos podemos elegir en cada momento cómo nos relacionamos con lo que nos pasa, una relación tóxica, un trabajo insatisfactorio, una familia de origen cruel o una persistente e incomprensible ansiedad. Únicamente tenemos dos opciones de elección: o el camino del miedo, el control y la protección para evitar sentir o el camino de apertura y aprendizaje del amor, a través del miedo o el dolor.

El universo escucha nuestra intención, nuestros pensamientos y nos apoya cuando estamos dispuestos a tomar el cien por cien de la responsabilidad de las emociones y memorias que alberga nuestro niño interior, gestionándolas y emprendiendo acciones amorosas para su mejor bien. Sin acción, no hay sanación.

¿Estás dispuesto a escuchar a tu niño interior y a reconocer que es la persona mas importante de tu propia vida?

Madre

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El espacio donde facilito sesiones está en una planta subterránea, una forma
de útero que aprecio por su silencio. Precisamos aquietar la mente y ahondar
en los matices, a veces, sutiles, del movimiento, para crecer conscientes.

Una cualidad del trabajo con la herramienta psico-espiritual Inner Bonding es el
desarrollo de los aspectos maternales del amor o la figura interna de la madre
divina.

Independientemente de cómo transitáramos a lo largo de las etapas de nuestra
infancia, todos, hoy, podemos, como adultos, aprender a desarrollar las
cualidades de este aspecto maternal del amor. La ley universal del amor
siempre está disponible si activamos la intención del aprendizaje.

Este lugar de la madre divina nos refiere a la creatividad, a la nutrición del
abrazo y las caricias, a la ternura, la amabilidad y la compasión profunda que
brota del corazón, cuando está conectado con la gracia divina. La madre
interna es acogedora y no juzga. Su conducta es la del abrazo que te
reconforta ante la adversidad de sentirnos vulnerables ante el miedo o el dolor.
Una energia tranquilizadora, sabia, delicada y comprensiva. La figura maternal
que todos hubiéramos anhelado tener, una forma de amor incondicional y
siempre dispuesto a dar.

Quizá ayude para comenzar este trabajo conectivo, visualizar una imagen de
madre modélica, amorosa, en mi caso, cuando accedo a mi guía espiritual,
alcanzo a verla y a sentir su energía, tierna y algo misteriosa, también sabia,
intuitiva y compasiva, y siempre disponible para escucharme sin juzgarme
cuando me muestro vulnerable.

Hace unos meses nació en mi espacio terapeútico un círculo grupal de madres
para la conexión espiritual. Compartir el devenir consciente es poderoso y
observarlo como un espacio sagrado permite construir un vínculo, hermoso y
reconfortante, donde sentirnos acogidas, como en los brazos de la madre
divina.

Como hombres y mujeres percibo que necesitamos crear estos círculos
conectivos, desarrollar la empatía y el perdón, así como integrar la esencia de
lo que somos, un potencial de energía creadora que vibra en la abundancia de
la manifestación.

Doler

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A una edad temprana vivencié la pérdida de Esther, mi mejor amiga, y me congelé, tal, que, ante la noticia de su muerte y en días sucesivos, no expresé lágrimas y durante años pensaban que ésa era mi rareza. Transité, desde mi ignorancia, con el corazón roto, sin buscar el consuelo y hace poco, con la ayuda de mi psicoterapeuta, comencé a limar una forma de coraza que como un lodo metálico envolvía a mi ser esencial desde años atrás.

Sabemos que las memorias dolorosas no mutan ni se transforman, sino que permanecen latentes en el cuerpo aunque pasen muchos años. Cuando no atravesamos ni reconocemos el dolor éste se sumerge pero no desaparece. Este lugar de nuestra psique es lo que denominamos en el método Inner Bonding® para la salud emocional, el niño interior herido. En mi caso, la niña interior, ha vivido un miedo y una resistencia tenaz a sentir la pena y el dolor dominada por la falsa creencia infantil que si me daba permiso, podría morir.

El ángel del dolor vino a verme este pasado año, con la vehemencia de un tsunami: tres pérdidas definitivas, los estragos de una enfermedad cercana y otros finales, igualmente dolorosos. En otro momento vital la inercia hubiera transitado estos hechos, de puntillas y con un impostado positivismo. Pero esta vez, por mi propio momento evolutivo, elegí atravesarlo a pecho, con coraje.

El dolor, cuando aparece, es mayúsculo, no necesita adjetivos, porque es radical. El dolor, duele. Se instala, te perfora y te habita a un nivel esencialmente profundo. Observar el dolor propio es una oportunidad para sanar. Tantas veces la vida y nuestros vínculos nos ofrecen este regalo. Y es cierto, que momentáneamente, nos es más fácil, y más cómodo, negarlo, taparlo o esconderlo.

Muchos de nosotros, hoy, aún de adultos, no disponemos de los recursos internos para lidiar la resistencia y el miedo que causan las emociones dolorosas como la impotencia, la pena o la ruptura del corazón. En un proceso de terapia, cuando facilitamos el espacio para abordar el cuerpo, con atención plena y con una mirada abierta y compasiva, la energía antigua en forma de memorias dolorosas rebrota y se muestra. Para sentirla preciso estar dispuest@ a soltar el control y las expectativas, a rendirme confiando que el reto de la travesía conducirá a un valle de serenidad y consuelo hacia la sanación.

El dolor y el amor son las dos caras del mismo ser, humanos. Ambas pertenecen al corazón, que es nuestro guía para vivir con verdad.

Crecer es también aprender a transitar el dolor. Paso a paso. Como un lobo, cuya huella has de seguir.

Voces

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Observo aún, en muchas mujeres, sentir vergüenza cuando se trata de alzar la propia voz, tantas veces, silenciada, callada o abruptamente tapada por la psique colectiva. 

Escucho algunas mujeres avergonzadas de su propio cuerpo, desconectadas de su alma salvaje o acomodadas en su rol de madres, de intelectuales, de buenas compañeras o de ejecutivas estresadas. 

Almas heridas por la autoexigencia, el victimismo, el sentimiento de culpa o el afán de perfeccionismo según los canones de belleza socializados. 

Para muchas mujeres ser visibles es aterrador, se sienten más cómodas en su rol a la sombra. Esto es debido a que, con mucha certeza, en la infancia, aprendieron a estar calladas, a estar demasiado ocupadas cuidando del resto de la familia o a sentirse poco importantes. Experiencias, sin duda, difíciles que llevaron a silenciar sus voces y sabiduría innatas. Tantas mujeres que aprendieron a conformarse, a esconderse y a dudar del valor intrínseco de su voz esencial. Algunas mujeres van apagando sus voces lentamente, otras, de golpe. Cuando silenciamos la voz de nuestra alma, el cuerpo suele manifestar esta energía bloqueada a través de síntomas físicos- estrés, cansancio crónico, insomnio, nerviosismo, dolores – y en diferentes intensidades, a veces, causando procesos de enfermedad.

Sucede que cuando emprendemos un camino de desarrollo evolutivo, la propia voz reaparece. No me refiero al habla, me refiero a la voz profunda y más genuina del alma. 

Pero, ¿cómo descubrirla, recuperarla o dinamizarla habiendo estado años silenciada? En mi experiencia precisamos darnos permiso para bajar el ritmo. Regalarnos con frecuencia acciones amorosas hacia nosotros mismos, persiguiendo estados de quietud con la intención de experienciar una conexión esencial, más verdadera y real. Practicar algún retiro de mindfulness y aprender el cultivo del silencio. A mí personalmente, me funciona practicar la escritura, establecer un diario íntimo y de expresión para escuchar la voz que brota del corazón. Igualmente y desde que practico el proceso de la conexión interior- Inner Bonding- estoy desarrollando la figura interna de mi adulta amorosa sanando las creencias limitantes sobre mí misma como por ejemplo, la falsa idea de que no merezco amor o no soy importante.

A veces, para muchas personas que comienzan a despertar en su propio camino personal, la soledad puede ser retadora. Conectar con grupos de mujeres puede ser un alivio y muy reconfortante para sentirse escuchada, compartir y gozar desde el estado de vulnerabilidad del alma.

El mundo necesita la voz de las mujeres, su luz y su sabiduría maestra innata. Rescatemos nuestro poder personal desde la naturaleza salvaje, la ternura y la compasión que constituyen la esencia femenina. El mundo nos necesita más que nunca. El Dalai Lama dice que la restauración profunda del cambio social que necesita el planeta vendrá desde la voz del alma de las mujeres occidentales, después de miles de años de desequilibrio. 

Self-love

¿Por qué nos cuesta tanto sentirnos contentos de manera sostenida, mantener relaciones afectivas estables o dejar esas sustancias adictivas? Quizá te interese saber en qué consiste el self-love o el acto continuo de amarse. Quererse es una forma de vivir y tiene mas que ver con aprender a despertar una nueva mirada interior. Comparto algunas pautas sencillas y eficaces para comenzar hoy mismo.  

  1. Respira conscientemente, con entrega al momento presente. ¿Cuántas veces atiendes el orgánico gesto que te conecta con la vida? La respiración facilita conectar con el aquí y el ahora, es el motor de la atención plena -mindfulness- Tómate un tiempo diario para inhalar y exhalar sintiendo las sutilezas conectivas entre tu cuerpo y el alma. Regálate ese momento de intimidad profunda. Consciente de lo que supone bajar el ritmo acelerado de las propias inercias.

  2. Activa una mirada interior, regalándote genuina curiosidad para observar tu circuito mental y emocional. Tal y como lo haría un niño, una mirada limpia, liberada de juicio. ¿Cuál es el argumento de la película que construyen tus pensamientos? Siente el impacto de la historia y explora acerca de lo verdadero de la misma.

  3. Practica la amabilidad, comenzando por tí. Libera la exigencia de ser diferente a lo que estás siendo y observando, aquí y ahora.

  4. Date permiso para pedir ayuda a otros o comenzar una terapia. Tu proceso de self-love comienza cuando estás dispuesto a recibir apoyo. No dudes que es un gesto de fortaleza.

  5. Confia en tu proceso evitando las comparaciones porque solo tú eres el co-creador de tu propia vida y propósito, éste es tu único camino.  

  6. Practica Inner Bonding®: el método de los 6 pasos para desarrollar un adulto amoroso para tu niñ@ interior. El proceso definitivo para sanar las raíces que causan dolor, ansiedad, depresión, vacío y conductas adictivas. Tú eres el único responsable de tus sentimientos de amor y de valía intrínseca.

Practicar el self-love es un proceso que toma tiempo, sé paciente y pronto descubrirás los susurros de las voces de tu alma. Aprenderás a guiar tus decisiones con sabiduría maestra, a sentirte merecedor de gozo y alegría en tu día a día, a trabajar los movimientos internos- emocionales- en cada momento.

El self-love formará parte de tu vida de manera cada vez más orgánica.

El universo está deseando aliarse contigo y apoyarte en tu propósito para que vivas en tu propia coherencia. La vida sostiene la buena vida que tu y todos merecemos.

Connect

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La era de la conectividad digital ¿nos conecta o nos desconecta? Me refiero a una conexión genuinamente humana. El uso de los dispositivos están transformando la forma de relacionarnos, también hacia nosotros mismos. Si ahondamos en los porqués, encontraremos poderosas razones. 

Cuando nacemos, la conexión emocional es esencial para el bienestar. Necesitamos conectar con el cuerpo de nuestra madre para sentirnos a salvo. La mayoría de nosotros crecimos sin gozar del sustento conectivo y emocional de nuestros mayores. A no ser que evolucionaramos junto a unos padres o cuidadores conscientes, crecimos sintiendo una desconexión, una carencia esencial. 

Lo más seguro es que en nuestro interior desarrollaramos un profundo anhelo insatisfecho. Esta carencia de conexión interior pudo crear, muchas veces, sentimientos dolorosos de impotencia. Y aprendimos a desconectarnos también de nuestras emociones, del dolor. 

La conexión es una necesidad tan básica que sin ella nos sentimos desolados y vacíos. Sabemos por investigaciones que en muchas aldeas indígenas el sentimiento de arraigo y de pertenencia crea vínculos de apoyo sostenidos y en consecuencia, las vidas son más longevas y satisfactorias. 

En nuestra cultura occidental hemos aprendido a ocultar nuestra conexión espiritual, física y emocional. 

El fracaso de muchas relaciones de pareja o de familias disfuncionales señala el escollo de la desconexión global. Tantas veces buscamos en los demás la conexión que nos falta. Para manifestar nuestro deseo más profundo de conectar de una forma amorosa con los demás, primero necesitamos aprender a conectar de una forma amorosa con nosotros mismos. Lo que esto significa es que necesitamos estar presentes con una compasiva intención de aprender de todos nuestros sentimientos, especialmente de los mas dolorosos, que ocultamos o nos resistimos a gestionar por miedo. 

Cuando conectamos a nivel interno, el corazón se expande y en esa apertura, sentimos un gozo, una forma de placer llamado amor que nos nutre.

Hoy, en nuestra vida adulta, podemos rescatar la conexión interior a través del método Inner Bonding®. Gracias a este profundo proceso psico-espiritual podemos aprender a desarrollar una figura interna de poder personal, necesaria para recuperar la potencial conexión dentro de cada uno de nosotros. 

Me too

Acompañar a personas a diario regala mucha información que, tantas veces, es un espejo para la propia sombra. Aquello que aun precisa sanar y desprogramar. 

El terapeuta precisa entrenar al observador interno y ahondar en la conexión profunda, que permitan desarrollar la presencia, la neutralidad y la empatía necesaria para poder acompañar a otros. 

En mi caso, la rutina de mi propio camino de desarrollo personal implica: 

- un entrenamiento de la atención plena y consciente -mindfulness- a través de la meditación zen.

- la práctica de la conexión física y emocional a un nivel profundo y espiritual.

- el desarrollo de mi adulta amorosa a través del método de los seis pasos Inner Bonding®.

- la práctica y supervisión del trabajo de mi propia sombra psíquica junto a otra psicoterapeuta. 

- la práctica de un yoga dinámico que implica movimientos en estado meditativo que acompañan a una respiración plena y consciente.

- la técnica de la escucha activa a través de las llamadas de teléfono anónimas que atiendo, junto a mis compañeros, desde la plataforma social del Teléfono de la Esperanza de Madrid.

- el ejercicio de una alimentación sana y equilibrada que honre y contribuya a la salud de mi cuerpo, el templo del alma.

- la práctica de la intención de nutrir todas las áreas de mi vida- personal, afectiva, laboral, familiar, social.