Decimos que es sano cometer errores pero ¿a quién no le gustaría conocer cuál es la mejor decisión en un momento dado? Tomar decisiones se convierte muchas veces en un baile de emociones retador porque nos conecta con la incertidumbre y la ausencia de control sobre los resultados.
No nos gusta el vacío que nos produce el no tener la certeza.
Ni la ansiedad cuando imaginamos un resultado negativo.
O el estrés cuando se nos presentan varias alternativas y no sabemos por cuál tirar.
En mi caso, aquéllas decisiones que tome con falta de sueño, desconectada de mi centro o estresada, no fueron las más acertadas; sin embargo, otras más certeras coincidieron con estados de apertura más conscientes en los que vi con claridad las respuestas que estaban en sintonía con mi mejor versión.
Mi experiencia en el campo transpersonal y con otras personas es que cuando ahondamos en la propia conexión, junto a nuestro guía espiritual, estamos trabajando la intuición y trayendo nuestra sabiduría y conocimiento maestros.
Cuando sintonizamos la inteligencia de nuestro core con la fuente maestra universal estamos abriendo la puerta a nuestro potencial ilimitado, y desde esta fuente conectiva, tomar decisiones se convierte en un proceso claro y certero.
¿Te atreves a entrenar y despertar tu super poder?